Olmo: tipos, características, tamaño, variedades, colores…

El olmo es un árbol de tronco macizo con corteza gruesa y una copa de gran espesor. Todas sus hojas tienen ambas caras verdes y tiene flores de tonos rojos y blancos.

Los olmos tienen frutos secos con semillas ovaladas, siendo de sus características más resaltantes. Puede tener una altura hasta de 20 metros, teniendo mayor abundancia en el territorio español.

Con cultivos llegan hasta países del hemisferio sur, por lo que son conocidos en muchas partes del mundo. Los olmos son muy famosos por la sombra que ofrecen, siendo valorados por su corteza y beneficios para la salud.

 

Características generales del olmo

Es visto como una planta beneficiosa para las personas que sufren de cáncer. Además, ayuda a la reducción de los síntomas para quienes sufren el síndrome del colon irritable.

Gracias a ello, también es visto como un remedio ideal para el estreñimiento o la diarrea. También se puede usar para quemaduras, tos, infecciones de vejiga, herpes, reumatismo, dolores de muelas y úlceras estomacales.

El olmo puede perder su follaje en una determinada época, siendo sus especies más grandes de hasta 40 metros. Cuando vuelve a florecer, ofrece una gran imagen, siendo un árbol muy robusto.

Con un tronco grueso, puede llegar a volverse hueco cuando el árbol se encuentra añejo. Sus troncos son recubiertos por una corteza áspera y resquebrajada, teniendo un color pardo que puede ser oscuro o grisáceo.

Todas sus especies acostumbran a verse en climas templados del hemisferio norte de todos los continentes. Sin embargo, prefiere suelos profundos, húmedos y bien abonados, por lo que en un ambiente con estas características puede encontrarse.

Esto vuelve al olmo un árbol resistente a las enfermedades y plagas, pero es susceptible a la grafiosis. Debido a ello, muchos sembradíos se encuentran desbastados y se ha considerado una especie en peligro de extinción.

Tipos de olmos más resaltantes

Género Ulmus

Son vistos como los olmos verdaderos, habitando en gran parte del hemisferio norte (Europa, Jacón, Siberia, México). Se caracterizan por ser árboles de hoja caduca, superando alturas de 10 metros.

Entre ellos se encuentran los siguientes:

Ulmus glabra

También es llamado olmo montano y olmo de montaña, siendo un árbol que crece en las regiones montañosas de Europa. Su altura puede ser hasta de 40 metros y una copa densa llena de hojas alternas y simples.

Ulmus minor

Es llamado olmo común o negrillo, conocido por ser un árbol caducifolio que puede alcanzar hasta 40 metros de altura. Tiene origen en Europa y en el norte de Asia occidental y África.

Ulmus pumila

Llamado olmo de Siberia, alcanza hasta 25 metros de altura y tiene una copa, abierta, densa y estrecha. Su crecimiento es de forma silvestre en el este de Siberia, note de Corea, China e India.

Ulmus laevis

Se le conoce como olmo temblón, olmo blanco europeo u olmo pedunculado. Su tamaño puede tener entre 30 y 35 metros de altura, con una copa asimétrica y ramificada.

Género Zelkova

Son olmos nativos del sur de Europa, abarcando hasta el este de Asia. Su altura puede ser desde 2 hasta 35 metros, siendo un rango muy amplio.

Entre sus especies más resaltantes se encuentran:

Zelkova parvifolia

También se le conoce como olmo chino, siendo un árbol originario de Vietnam, China, Corea y Japón. Su altura es hasta de 20 metros, y puede ser semiperenne o caducifolio, pero es una condición dependiente del clima.

Zelkova nire

Este es un nombre dado a un cultivar de Ulmus parvifolia, el cual se llama Ulmus parvifolia “Nire-keyaki”. Es diferenciado por su tipo de copa, la cual se encuentra poblada de hojas muy pequeñas.

Zelkova serrata

Es una especie conocida como zelkova de Japón, siendo nativa de Japón, Corea y del este de China y Taiwán. Logra tener una altura de 20 a 35 metros, con una copa abierta y ramas pobladas de muchas hojas.

Cuidados que necesitan los olmos

Las distintas especies de olmos acostumbran a ser vistas en jardines, por lo que necesitan cuidados específicos. Estos no pueden dejar de tomarse en cuenta, siendo los siguientes:

Ubicación

Todas las especies de olmos deben encontrarse plantadas en exteriores, jardines para ser más específicos. Dado el tamaño que pueden llegar a tener y su rápido crecimiento, es indispensable colocarlos en el suelo pronto.

El lugar perfecto para que se encuentren es donde puedan recibir luz solar en gran parte del día. Además, necesitan estar lo más alejados que se pueda de tuberías o suelos pavimentados de cualquier tipo.

Esto último es porque sus raíces acostumbran a extenderse mucho y son fuertes. Por ello, se recomienda que estén a 10 metros, como mínimo, de cualquier cosa que sea delicada.

Tierra

Los olmos no suelen exigir demasiado en cuanto a la tierra se trata. Pueden llegar a crecer sin problemas en los calizos, pero sí se recomienda que sean fértiles.

Además, se debe evitar que cuando llueva muy fuerte no queden encharcados por demasiado tiempo. Esto es porque podrían llegar a podrirse sus raíces, lo que dañaría el árbol por completo.

Riego

Los olmos acostumbran a resistir la sequía, pero siempre se encontrarán mejor cuando se rieguen de vez en cuando. Cuando es verano sobreviven mejor al regarlos de 3 a 4 meses semanales, haciendo así que se mantengan saludables.

Al momento que se realice el regado, la idea es que la tierra quede muy empapada. Con ello se debe evitar que las hojas queden mojadas, pues se quemarían cuando el sol les dé.

Abonado

Es recomendable que los abonados se realicen desde primavera hasta finales del verano. Los abonos orgánicos son mejor, pero no es completamente necesario si la tierra es fértil.

Poda

La poda en los olmos no es algo que se tiene que hacer con demasiada frecuencia. Todas sus especies son hermosas con las formas de sus copas y abundancia natural.

Así, se recomienda podar los olmos cuando se tengan que quitar las ramas secas a finales del invierno.

Multiplicación

Todos los olmos se multiplican fácilmente por semilla, siendo estas sembradas en otoño para que germinen en primavera. Esta tarea puede ser en semilleros o en el exterior si el clima es templado o frío en el invierno.

Si el ambiente exterior es muy cálido, la germinación se puede dar en envases en la nevera. También se puede usar el acodo aéreo, siendo preparado en primavera para ser separado en verano después.

Plagas

Aunque los olmos no acostumbran a tener demasiadas plagas, sí existen algunas. Así, se destacan las siguientes:

  • Barrenillo: científicamente es llamado Scolytus scolytus, acostumbrándose a ver en las especies viejas o débiles.
  • Galeruca del olmo: se conocen como las larvas del escarabajo Galerucella luteola. Estas se encargan de comer las hijas y dejar solo los nervios, dando daños permanentes en las ramas delgadas.
  • Orugas: estas también se comen las hojas y dejan los nervios en las ramas. Son vistas mayormente en verano, teniendo que ser tratadas rápidamente con insecticidas del tipo malation.
  • Taladros: son insectos científicamente conocidos como la Zeuzera pyrina, encargándose de perforar el tronco del olmo para debilitarlo por completo.

Enfermedades

Todos los olmos son sumamente susceptibles a los chancros de la corteza y a la grafiosis del olmo. Muchas de sus especies son resistentes, pero el Ulmus pumila es la que se encuentra más afectada por ello.

Para que estas y otras enfermedades de los olmos sean evitadas, es recomendable evitar la poda. Además, se deben mantener bien regados y cuidados, haciendo así que se encuentren completamente sanos.

Usos y aplicaciones que puede tener el olmo

De todas sus partes, la corteza del olmo es la que más se utiliza, teniendo gran efecto para la salud. Así, este árbol tiene muchas utilidades, dándose la creación de tinturas o infusiones con su corteza.

Las aplicaciones generales que tiene son amplias, usándose en espasmos y cólicos estomacales de cualquier tipo. También tiene efecto antidiarreico, astringente, antiespasmódico y propiedades expectorantes para las dolencias del sistema respiratorio.

Con propiedades antibacterianas, los olmos pueden ser usados para las heridas superficiales. Sin embargo, no es recomendable que sea usado en heridas profundas, pues podría causar irritaciones muy complicadas.

Por mucho tiempo su madera se usó para construir embarcaciones, pues es muy resistente al agua. Así, en cuanto se seca, se encorva con facilidad y eso la vuelve adecuada para la tarea.

Además, en la ebanistería y mueblería se usa por su tono oscuro que adquiere siempre con el paso del tiempo. Actualmente no se usa tanto, pues sus plagas han aumentado mucho en Europa y otros sembradíos de olmos.

Los hongos hacen que la madera se vuelva dura y pierda sus propiedades, haciendo que se debilite en gran medida. Así, su uso se ha reemplazado por otras especies de madera que son más saludables y resistentes.

Por ello, se acostumbran a plantar y mantener por su belleza, aunque se encuentren muy aislados. Sin embargo, llaman la atención por la sombra que brindan y excelente ambiente cuando es verano.

Esto hace que en muchos jardines sigan siendo parte de los árboles encontrados, funcionando también como bonsái. De esta forma, muchas personas tratan de conservar su salud y vida, evitando que sigan siendo afectados.

Para ello, sus cuidados se siguen manteniendo y haciendo de la mejor forma. Si tienes uno en casa, cuídalo lo más que puedas.