Cuando caminas por tu ciudad, seguramente te encuentras con un montón de Cercis decorando parques y avenidas.
¿No sabes identificarlos?
Los Cercis son árboles muy hermosos con flores de tonos rosados, morados, blancos y rojizos. Tienen un gran valor como ornamento y algunos son empleados en la medicina natural, la gastronomía y la construcción de objetos.
Para conocer más acerca de las características de esta familia de árboles, sus diferentes variedades, orígenes y cuidados, lee este post. Terminarás siendo un experto en lo que a Cercis se refiere.
Indice de contenido
¿Qué son los Cercis?
Cercis es el nombre que recibe un grupo de árboles con características en común. Estos, a la vez, pertenecen a la familia de las Caesalpinioideae, una subfamilia de más de 1 900 especies de plantas que habitan preferentemente en zonas cálidas.
El rasgo más representativo de estos árboles son sus flores de color lila y rosado.
Ellos son muy empleados en la jardinería por su gran belleza y contraste de colores. Son árboles muy delicados que pueden ofrecerte sombra.
¿Árboles con flores rosadas y hojas acorazonadas?
Entre los Cercis existen muchísimas variedades de diferentes territorios. Sin embargo, a pesar de ser árboles distintos, todos tienen puntos en común.
De forma general, son árboles de mediano tamaño, normalmente oscilan entre los 3 y los 12 metros de altura. Tampoco son demasiado anchos, se mueven sobre los 5 y 10 metros en este aspecto.
Los troncos son marrones o rojizos, aunque pueden presentar tonos grisáceos cuando el árbol ya tiene cierta edad. La corteza suele ser lisa en los primeros años de vida de los árboles y, luego, va tomando una textura más escamosa.
Las ramas de todas las variedades son delgadas y crecen de forma desigual. De ellas emanan las hojas que en casi todas las especies, tienen forma de corazón. También de estas crecen las flores y en algunos casos los frutos.
Las flores de los Cercis son muy llamativas. Aunque existen algunos tipos de color blanco, la gran mayoría posee tonos lilas y rosados. Estas tonalidades hacen que los árboles sean muy vistosos.
Cercis de todas las latitudes
Debido a la gran variedad de Cercis existentes, se puede decir que son provenientes de todas las latitudes. Generalmente son originarias del Mediterráneo oriental, el sur de Europa, el centro y sur de los Estados Unidos y del continente asiático. Sin embargo puedes encontrar algunas de otras regiones.
Muchas clases reciben su nombre de acuerdo al país del que provienen. Es así que tenemos el Cercis canadensis, el chinensis, el japónica, el mexicana y el texensis.
Cada una ha desarrollado sus propias capacidades de adaptación a los diferentes territorios en los que se desarrollan. No obstante, un denominador común de todos estos territorios es la corta duración de los períodos de sequía y de los inviernos.
Asimismo, las tierras en estas regiones suelen ser de buena profundidad y drenaje.
Tipos de Cercis
Como ya hemos dicho, existen numerosos tipos de Cercis con características muy similares entre sí.
Si deseas conocerlos mejor revisa las siguientes líneas. Nos referiremos, de forma breve, a algunos de ellos.
Cercis del Viejo Mundo
Entre los Cercis del Viejo Mundo figuran las especies endémicas de los países de Europa, Asia y África.
Existe una gran variedad de árboles de la familia en estos territorios. Esto se debe a que en dichos lugares el clima es propicio para su desarrollo y crecimiento. Igualmente, la tierra es perfecta para el drenaje que necesitan las raíces.
Entre estas especies puedes encontrar:
- Cercis yunnanensis
- Cercis japónica
- Cercis pubescens
- Cercis funiushanensis
- Cercis chuniana
- Cercis chingui
- Cercis glabra.
A continuación te ofrecemos información sobre las variedades más representativas de estas latitudes.
Cercis chinensis
El Cercis chinensis es un arbusto de un tamaño que no supera los 3,5 metros de altura. Su nombre común es Cercis abustivo.
Sus hojas son alternas y caducas, es decir, que desaparecen en una parte del año. Mientras, las flores de esta variedad son de color rosado y pueden llegar a presentarse en tonos violáceos.
Cercis gigantea
Como su nombre lo indica, esta es la variedad de mayor tamaño de toda la familia. Es un árbol originario de Grecia que se ha reproducido en otros territorios como China. Por sus características se asemeja mucho al Cercis chinensis.
Tiene gran utilidad en la vida animal, ya que sus flores proveen néctar a las abejas. Al mismo tiempo, las semillas que produce pueden servir de alimento a los pájaros.
Cercis griffithii
Una especie casi extinta es el Cercis griffithii. Su población se localiza únicamente en un área menor de 10 km cuadrados en Armenia.
Su tamaño es de apenas 3 o 4 metros, por lo que puede considerarse un arbusto grande. Florece en los meses de abril de cada año y da frutos entre mayo y junio, justo después de la aparición de las flores.
En la actualidad se trabaja para poder recuperar el desarrollo de este árbol.
Cercis racemosa
El Cercis racemosa es uno de los más peculiares. Su rasgo más sorprendente es que, a diferencia de la mayoría de las especies de la familia, sus flores son de color blanco.
Aun así, puede aparecer con flores de un color rosa muy pálido y con una tonalidad más fuerte en el centro.
De cualquier forma, este figura entre los más bellos de la familia.
Cercis siliquastrum
Cercis siliquastrum es, posiblemente, la variedad más conocida de este grupo de árboles. Es conocido como el Árbol del Amor o Ciclo Amor por su belleza y hojas con forma acorazonada.
Posee flores de color lila, aunque pueden presentarse también en color blanco y algunos tonos de rosado.
Son árboles muy empleados en la ornamentación de parques, avenidas y paseos en muchas ciudades. Asimismo, tiene propiedades medicinales y las flores son utilizadas en la gastronomía.
Cercis del Nuevo Mundo
Al referirnos a las Cercis del nuevo mundo, hablamos de las variedades oriundas del continente americano. En esta región hay menos variedades, pero la presencia de esta familia de árboles y arbustos no deja de ser significativa.
Revisa las próximas líneas para conocer las características de algunas especies provenientes de Oklahoma, Texas, Arizona y Canadá.
Cercis canadensis
El Cercis canadensis es un arbusto grande o árbol pequeño de 6 a 9 metros de alto. Es originaria del este de Norteamérica, desde Ontario hasta el norte de Florida.
Tiene tronco marrón con textura lisa y ramas de color casi negro con machas lenticelas de color más claro. La madera de este árbol es pesada y dura, pero no es muy resistente.
Las flores son magenta y miden aproximadamente 1,5 cm de largo y sus hojas son de color verde, en los primeros días suelen ser muy lisas.
Cercis mexicana
El Cercis mexicana es una variedad de canadensis. Aunque es muy similar a la anterior, tiene menor estatura y las flores son de color rojo.
Los bordes de las hojas son muy delicados y tienen un color verde muy llamativo. Al igual que el siliquastrum, posee frutas que crecen en una vaina de aproximadamente 10 centímetros de largo.
Cercis occidentalis
Por su parte, el Cercis occidentalis se desarrolla en la parte suroeste de Estados Unidos, desde California y Utah hasta Arizona.
Las ramas de esta variedad son delgadas y marrones. Sus hojas son delgadas y poseen la típica forma de corazón característica de la familia. Estas son de color verde y, en algunas temporadas, alcanzan tono dorados y rojizos.
Sus pequeñas flores crecen en grupos y tienen tonos rosados y magenta, haciéndola resaltar como una de las variedades más bellas entre ellos.
Cercis reniformis
Una cuarta especie del continente americano es el Cercis reniformis. Este es originario de Oklahoma, Estados Unidos.
En su tamaño es bastante similar al canadensis, ya que puede llegar hasta los 7 u 8 metros.
El principal problema de esta variedad es su tendencia a enfermar de gangrena. Una vez que el hongo entra, puede acabar con las raíces y llegar a acabar del todo con la vida del árbol.
Cercis texensis
Por último tenemos el Cercis texensis, originario de Texas y otra de las variedades del canadensis. Su tamaño es muy superior, incluso puede llegar a medir 20 metros.
Sus flores comienzan a aparecer en los primeros días de la primavera y continúan floreciendo hasta el final de la temporada. Son de tonalidades rosa y morada.
¿Cómo cuidarlos?
Estos árboles, en todas sus variedades, no requieren mucha atención. No necesitas regarlos constantemente, al menos que sea un período de sequía muy intensa.
Tampoco tendrás que podarlos de forma regular. A pesar de que las ramas crecen de forma desigual en todas las especies, no toman tamaños muy excesivos. Por tanto, la poda sistemática quedará a tu elección.
En cambio, debes mantenerte muy atento a las plagas. A cada variedad le afectan diferentes bichos y enfermedades. Es por ello que debes documentarte bien sobre el insecticida apropiado para usar en cada caso.
El viento es también riesgoso para estos árboles. Al tratarse de arbustos con ramas finas, éstas pueden doblarse con facilidad. Es recomendable que, ante una próxima exposición a fuertes vientos, realices una poda a tu árbol.