Corylus Avellana: tipos, características, tamaño, variedades, colores…

Corylus Avellana

¿Te gusta el chocolate? Entonces te encanta la avellana. El ingrediente estrella de la Nutella. El Corylus Avellana es el árbol gracias al cual puedes disfrutar de su sabor. 

Sus flores, polinizadas por el viento, resaltan en los paisajes de otoño. Plantarlo en tu jardín es posible. Aprende a cultivarlo y aprovecha las ventajas de tener este ejemplar en casa. ¿Te animas? 

Corylus Avellana: 5 mil años de historia 

La avellana es considerada, por los chinos, como uno de los 5 alimentos sagrados concedidos por Dios para el hombre. Manuscritos encontrados de hace 5 mil años mencionan a esta fruta en sus textos. ¿Qué la hace tan especial?

El término corylus deriva del vocablo korys, que significa  “casco” o “capucha”. Refiriéndose a la cáscara de su fruto, la avellana. Pertenece a la Familia Betulaceae por lo que es pariente de la Betula. También se conoce como avellano común, cascarudo o gárgola.

Es originario de Asia Menor y extendido por toda Europa gracias a griegos y romanos. Algunos estudios afirman que entre los años 7500 y 5500 a.C estos árboles cubrían gran parte de este territorio. 

En la actualidad se distribuye desde Asia hasta países como Alemania, España, Francia, Italia y otras tierras europeas. Destaca por su delicioso fruto, siendo un eslabón fundamental en el comercio de algunos territorios. 

¿Cómo reconocer un árbol de Avellana?

Seguro ya se te antoja recoger algunas avellanas silvestres por el campo. Tranquilo, no te desesperes. Primero debes aprenderte sus características. No te pierdas esta descripción para que puedas reconocerlo durante tu próximo paseo. 

El Corylus Avellana es un árbol pequeño. Mide de 3 a 8 metros de altura, aunque los puedes encontrar hasta 15 metros. Sus raíces son poco profundas. Se ramifica desde la base, con ramas generalmente gruesas, formando una copa amplia e irregular. 

El color de la corteza cambia con el tiempo. Al principio es pardo rojiza y cuando madura se torna pardo-grisácea con fisuras profundas. Es un árbol caducifolio o de hoja caduca pues pierde las hojas una vez al año, en otoño e invierno.

Sus hojas son de color verde claro o verde amarillento. Tienen forma redondeada y son bastante grandes, midiendo entre 6 y 12 cm de largo y ancho. Posee bordes aserrados y nervios bien marcados. La base es acorazonada y su ápice en forma de punta. Su superficie, en ambas caras, es vellosa. 

El fruto del Corylus Avellana es un producto muy demandado por la industria alimentaria. Es una semilla o nuez de color marrón con forma globular que crece en grupos de 2 a 5 unidades. 

Está cubierta por una envoltura o cáscara conocida como involucro, popularmente llamada copo. Cuando esta se seca y abre la avellana es liberada. Este proceso de maduración demora alrededor de 8 meses. 

Flores polinizadas por el viento

Corylus Avellana

El varón madura antes que la hembra. Se impulsa con el viento para enamorar a su doncella. Ellas colorean los campos con su belleza y hacen más llevadero el invierno. ¿De qué cuento salió esta historia? Pues de las flores del Corylus Avellana.

Este árbol es una especie monoica. Es decir, en sus tallos crecen flores de ambos sexos. Las flores masculinas aparecen antes que las hojas en los meses de otoño. Se disponen en amentos colgantes con una longitud de 6-12 cm. Tienen forma cilíndrica y un ligero tono amarillento.

Las flores femeninas son más pequeñas. Su color rojizo permanece parcialmente escondido entre las yemas. En algunos lugares las llaman moco por su semejanza con la mucosidad nada.

Las masculinas producen el polen que más tarde fecunda el ovario femenino con la ayuda del viento en invierno. Luego de la polinización entra en un periodo de reposo con una duración de cuatro a cinco meses. Una vez fecundada la cáscara pasa a ser la pared del ovario y la semilla, el embrión. 

Esta danza de amor da como resultado el codiciado fruto de la avellana. Ingrediente de numerosos platos dulces y salados. ¿Curioso, verdad? Cuánto trabajo. 

¿Conoces sus variedades?

No todos los árboles de Corylus Avellana son iguales. Existen diferentes tipos con características distintivas, como el Corylus chinensis, que son difíciles de encontrar. Muchas de las especies fueron cultivadas en el siglo XlX. Estas son  algunas de las variedades más conocidas.

Corylus avellana racemosa: 

Se conoce también como San Cono o San Nicolás. Sus avellanas son robustas y estriadas. Crecen en racimos y cuelgan de largas ramas con numerosas hojas. 

Corylus avellana glandulosa

También llamada baccilara, nepulli, avellano común o avellano de España. Su fruto tiende a ser pequeño y grueso con forma de bellota. La cáscara es más suave, firme y rústica. 

Corylus avellana máxima

Es originaria del oeste de Asia y sureste de Europa. En algunos lugares es conocida como San Elmo, cerro, avellana de Inglaterra o avellano estriado. Se diferencia del avellano común por sus avellanas más encerradas dentro del involucro o cáscara. 

Una de sus variedades es la Corylus máxima purpurea. Se cultiva como árbol ornamental para adornar jardines por sus peculiares hojas color púrpura.

Corylus chinensis

Especie oriunda del oeste de China. Es considerado un árbol bastante raro. Puede llegar a crecer 40 metros de alto. Sobrepasando la estura de sus otros parientes. Sus ramas son de color púrpura marrón, delgadas y poco vellosas. 

Cómo cultivar un árbol de Avellana

Corylus Avellana

Si tienes las condiciones necesarias, puedes cultivar este valioso ejemplar en tu jardín. Eso sí, pon atención a las siguientes recomendaciones para que tengas éxito en tu aventura. El otoño es el momento perfecto para comenzar. 

Puedes cultivarlo a través de semillas, injertos, hijuelos, esquejes, rizomas y otros métodos. No requiere mucho espacio ni grandes esfuerzos. Prefiere el clima templado pero resiste temperaturas cálidas. 

La ubicación es fundamental si quieres que tu árbol crezca sano y fuerte. Plántalo en un lugar donde pueda crecer y desarrollarse con libertad. Necesita suelos húmedos, comprimidos y de ph controlado. No lo plantes en suelos arenosos ni alcalinos. 

Elige terrenos un poco elevados y donde tenga buen drenaje para que el agua no se estanque y pudra las raíces. Abona el suelo antes de cultivarlo y usa fertilizantes. Cerciórate que le dé la luz del sol para favorecer su floración. 

¿Ya lo tienes sembrado? Ahora aprende a cuidarlo. Aunque es bastante resistente, necesita de tus mimos para convertirse en un productor de avellanas de excelencia. 

Riégalo cada 3 o 4 días. El avellano precisa de agua pero cuidado con los excesos. Antes de regarlo fíjate si el terreno está húmedo. De ser así, espera unos días. Solo hazlo si lo encuentras muy seco.

La poda es importante para fomentar el crecimiento de cualquier árbol. El Corylus Avellana no es una excepción de la regla. Entre las técnicas más empleadas se encuentra:

Poda de formación: debes hacerla durante los primeros 4 o 5 años para que crezca de forma pareja.

Poda de mantenimiento: realízala una vez al año para eliminar las ramas que no lo favorecen y dar claridad a su copa. Deshazte de las ramas enfermas, mal ubicadas y muertas. Se verá más bonito.

Poda para fomentar el crecimiento de sus frutos: si tu árbol ya es adulto realiza una poda ligera cada 3 o 5 años. Elimina algunas ramas con frutos si es necesario. Verás los resultados. 

Poda de hijos y sierpes: tu árbol necesita nutrientes. Corta, una vez al año, los hijos que nacen en la base del árbol. Competirán por los nutrientes y no obtendrás frutos de buena calidad.

¿Cuándo cosechar sus frutos? Demorará entre 2 y 5 años después de plantado. Cuando el involucro se marchite estará listo para la recolección. No demores mucho para que obtenga solo la humedad necesaria y tenga un buen proceso de secado. Si se mantiene sano dará frutos por 50 años.

Una vez maduro puede dar hasta 55 kg de avellanas al año. Con un precio medio por encima de los 10 euros por kilogramo es un negocio rentable. Sin contar que podrás fabricar tus propia crema de avellanas. ¡Qué rico!

Beneficios más allá de la Nutella

Corylus Avellana

El primer pote de Nutella se fabricó en 1954 y básicamente era chocolate y avellanas. Hoy es un manjar para los chocolateros más exigentes. Nada como un bocado de esta deliciosa crema.

Las avellanas son altamente nutritivas. Contienen un 50% de grasa, vitamina B, vitamina E, calcio, magnesio y otros nutrientes. Combate el estreñimiento, reduce el colesterol, previene enfermedades del corazón, entre otros beneficios para tu salud. Inclúyelo en tu dieta.

El avellano no solo es reconocido por su popular fruto. También tiene otras aplicaciones. La madera es ligera, manejable y flexible. Es empleada en la confección de asas, piezas de carretería, aviones de aeromodelismo, adornos pequeños. Además, sirve como combustible y carbón vegetal.

El aceite que se obtiene de su semilla posee propiedades que lo hacen un excelente aliado de la piel y el cabello. Es usado para masajes y aromaterapia. Su valor nutricional es impresionante. Cómpralo o fabrícalo tú mismo.

Algunos prefieren cultivar el Corylus Avellana con fines ornamentales. Perfecto para pasar el rato. Toma una cesta con aperitivos y monta un picnic con los amigos bajo su sombra. Gracias a su copa expandida y protectora te sentirás como en casa.