La alfalfa, también conocida a través de su nombre científico como Medicagosativa, es una planta que pertenece a la familia de leguminosaes, especialmente porque la misma se caracteriza por contar con un gran número de vitaminas y minerales que tienden a ser perfectos para el organismo de cualquier ser vivo, incluyendo hombres y animales por igual.
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Características de la alfalfa
Esta planta es capaz de crecer hasta un metro de altura, lo que genera que la misma sobresalga entre las demás y cuente con un atractivo especial gracias a sus flores, las cuales pueden variar en color entre el azul y el violeta. De todas las plantas forrajeras, esta tiende a ser una de las más alimenticias de todas, y es que de acuerdo con los expertos en botánica, todas las proteínas, las vitaminas y los minerales con los que cuenta apenas una pequeña cantidad, es suficiente para cualquier organismo, lo que al mismo tiempo las ayuda para mantenerse siempre firmes en épocas de sequía.
Gracias a todos estos nutrientes, la alfalfa ha sido considerada como un alimento necesario en la dieta básica de personas que necesiten vitaminas, como aquellas que sufren de desnutrición, anemia o cualquier otro tipo de debilidad en su cuerpo. Los médicos recetan la utilización de esta planta para fines específicos como los antes mencionados.
Además de esto, no se trata solo de una planta capaz de otorgar beneficios para las personas, sino también para los animales, por lo que tiende a ser utilizada como alimento especial para ellos. Actualmente, la alfalfa es utilizada altamente en ensaladas y platos simples que contengan otros vegetales frescos.
Dentro de las vitaminas que más se consiguen en sus propiedades, se encuentran la vitamina A, la vitamina C, la vitamina D y la vitamina E, en mayoría, mientras que en nutrientes cuenta con los más importantes para el organismo, como el hierro, el calcio, el potasio y el fósforo.
Tipos de alfalfa
Existen tres tipos de alfalfa que se diferencian gracias a grandes rasgos, como el color. La primera es la alfalfa de secano, científicamente conocida como medicagopolymorpha, luego le sigue la alfalfa arbórea, científicamente conocida como la medicago arbórea, y finalmente está la alfalfa amarilla, científicamente conocida como medicagofalcata.
Desde épocas anteriores, cualquiera de estos tipos de alfalfa suele ser utilizado en el ámbito medicinal, ya que se descubrió que ayuda con los procesos inflamatorios, hemorrágicos y dolencias estomacales.
Usos de la alfalfa
Gracias a todas las propiedades con las que cuenta la alfalfa, esta planta suele ser altamente utilizada en la cocina de múltiples países, especialmente en su etapa de brote ya que suele ser utilizada en ensaladas, en combinaciones de comidas especiales ysándwiches. Además, su sabor suele ser muy específico y combina bien con panes, arroces y otros vegetales. Se puede consumir fresca o cocinada, aunque se recomienda no cocinarla demasiado de modo que no pierda sus nutrientes.
Otro de sus usos más particulares y populares, es como forraje, ya que este es un alimento lleno de propiedades para los animales, especialmente para las vacas, los toros y los caballos.
Sus nutrientes suelen ser de acción rápida, por lo que combaten de forma directa problemas como los que hemos mencionado a lo largo de este post, ayudando además a elevar la hemoglobina y a funciona como antioxidante en el organismo. De acuerdo con los profesionales, se recomienda consumir alfalfa al menos tres veces por semana, de modo que su uso constante contribuya a una nutrición sana y regular.
Finalmente, también es utilizado de forma medicinal con otras áreas, como el sistema renal, inmunológico y problemas de huesos, como la artritis.
