Las flores preservadas se están volviendo muy populares en la industria. Son originales y exclusivas, hacen de los ramos para novias recuerdos que duran meses, y en el mejor de los casos, hasta años.
Su versatilidad enamora. Así como adornan los hogares adueñándose de los rincones de la casa, también pueden formar parte de las diademas, ramos y tocados.
Sin duda, las flores preservadas son activos valiosos para los hogares y celebraciones, pero, siendo concisos, ¿qué son? ¿Qué significan? ¿Por qué se le confunde con las flores secas?
Si bien están ganando un espacio en la industria de las flores ornamentales, todavía existe cierta confusión e incertidumbre que rodea a las flores preservadas y por eso queremos que la siguiente publicación aclare las dudas que existen al respecto.
Quédate con nosotros. El siguiente post te será de mucha utilidad y aprenderás mucho sobre flores que puedes tener en casa, dárselas de regalo a tu madre o como protagonistas en tu boda junto a otros productos de https://materialesparatocados.com/.
Indice de contenido
¿Qué son las flores preservadas?
Las flores preservadas son plantas que atraviesan un proceso de deshidratación y conservación para mantener sus atributos, como la belleza y frescura, en perfecto estado de composición.
No todas las flores pueden ser preservadas. Algunas poseen características que no permiten la conservación y deshidratación. Entre las variedades más conocidas tenemos algunas como: Rosas, Hortensias, Gerberas, Eucaliptos, Flor de Arroz y Crisantemos.
Si algo hay que aclarar sobre las flores preservadas es que no son un tipo de flores secas. Si bien atraviesan un proceso donde se detiene su desarrollo, no es motivo de confusión. Tampoco comparten el mismo peldaño que las flores artificiales, ya que estas conservan parte de la esencia orgánica.
¿Qué significa las flores preservadas?
Flores preservadas significa que han sido sometidas a un tratamiento de deshidratación sofisticado donde se cortan en el mejor momento de su crecimiento. Aquí es cuando la flor luce bella y hermosa, lo suficiente para emplearse con fines ornamentales.
Posteriormente, se hunde en una mezcla química compuesta por glicerina y elementos naturales que sustituyen a la savia y el agua que necesita para mantenerse hidratada. Dicha mezcla, a diferencia de lo que podríamos imaginar, es segura y saludable para las plantas. El objetivo es garantizar el aspecto reluciente de las flores.
Una vez que se hunden, se deja descansar durante días hasta su utilización. Las flores preservadas lucen naturales, como si estuvieran en los campos y bordes de la naturaleza. Este conservante, que como te mencionamos sustituye a la savia y el agua, se mantiene activo hasta largo tiempo.
Independientemente del uso que le des a tu flor deshidratada, esta durará estéticamente preciosa por más tiempos que otras variantes, como las flores naturales –lo mismo que flores frescas– y con más tacto que las flores secas o artificiales.
¿Para qué se usan las flores preservadas?
Muchas de las flores que venden en los comercios, en las tiendas y otros establecimientos dedicados a la jardinería, son secas. Pasan un proceso de deshidratación donde no se sustituyen los líquidos que les permite mantener su elegancia. La ventaja es que duran más tiempo como elementos decorativos, pero no tienen esa imagen que todos conocemos de las flores ornamentales.
Las flores frescas, aunque son una buena alternativa, exigen altos niveles de mantenimiento. Necesitan agua, desempolvar, la luz del solar y otros cuidados importantes. Como inversión decorativa, sin duda es una mala decisión. Especialmente si planeas tenerlas como recuerdos.
Frente a estos escenarios, nace un nuevo tipo de flor que está consiguiendo notoriedad por sus usos y beneficios: las flores preservadas. Tienen más posibilidades ornamentales, duran más tiempo y conservan su belleza y vistosidad.
Sirven para armar un ramo de novias, ya sea como flores protagonistas o acompañantes. Es una buena idea unir flores deshidratadas, secas y frescas pensando en un crear un surtido ramo que impacte a los asistente del día más especial de tu vida. Imagina levantarse y ver tu ramo de novia adornando la habitación. Te quedará la sonrisa grabada en el rostro y empezarás con energía el día.
También puedes usar un jarrón para que formen parte de la decoración de la vivienda. ¿Sabes qué es lo mejor de todo? Que no solo conservan su belleza, también mantienen su olor a flor natural. Sí, podrás acercarte a ellas y absorber la fragancia de estas hermosas plantas, en especial alternativas aromáticas, como las rosas o las hortensias, que son flores perumadas por excelencia.
Cuidados de las flores preservadas
Cuando hablamos de flores preservadas, estamos haciendo referencia a flores que exigen bajos niveles de mantenimiento . Después que atraviesan el tratamiento de rehidratación y conservación, no es necesario que las riegas, las pongas a la luz del sol o las abones. Ellas tienen lo necesario para mantenerse en buenas condiciones estéticas y salud.
Lo único que deberías hacer es desempolvarlas de vez en cuando, sin exagerar por supuesto. Tampoco queremos arruinar su imagen. Te recomendamos usar un spray de aire, que lo venden en tiendas de jardinería, y desempolvar con un paño suave las zonas que más adhiere suciedad, como las hojas.
Otras recomendaciones acerca del cuidado de las flores preservadas que podríamos mencionar es que deberías evitar colocarlas frente a lámparas y aires acondicionados. La luz directa, las corrientes de aire en exceso y sequedad ocasionada por los electrodomésticos aceleran los procesos de descomposición de las flores.
Cuánto cuestan las flores preservadas
Vayamos directo al grano. Las flores preservadas sí cuestan más que las frescas. Tienen un precio estándar –dependiendo de la variedad y el estado– de 40 euros, aproximadamente. Sin embargo, la relación de calidad y precio es lo que la convierten a estas flores en una gran inversión. Y es que su duración económica es mayor a de las flores secas, porque duran más tiempo en buen estado.
A lo anterior tendríamos que agregarla que son seguras, ecológicas –libres de contaminantes y productos artificiales que dejan huella de carbono– y son compatibles con las mascotas y los niños. Ninguno se enfermará por entrar en contacto con las flores deshidratadas, ya que no representan un riesgo para el bienestar.